Esta es la carta de un suicida. Cuenta por que se va a matar, no cuenta donde lo pueden encontrar ni deja ningún dato. Ya verán por qué.
Aclaración: Hay que leer muy bien y con mucha atención los signos de puntuación y con sentimentalismo para poder entrar en el personaje y sentirlo. Si no, no va a tener sentido.
En una parte puse una edad, que justo coincide con la mía. Esto no quiere decir que yo me vaya a suicidar.
Acá va:
LA CULPA
En fin. Aunque lo
intente no lo voy a conseguir. Me siento como un perro enjaulado y sí,
encuentro la forma de salir. De hecho conozco la forma, pero no es el camino.
Mi mente está gastada de pensar.
La tensión me hizo
reflexionar, mucho. Tuve que pensar, mucho.
¿Qué podía perder?
ABSOLUTAMENTE NADA. Me ganó la desilusión, la desmotivación.
¿Cobardía? ¿De qué?
Ningún sentimiento es válido cuando no hay vida, no hay motivos, no hay
alegría, no hay tristeza, no hay risas sinceras, no hay amistad, no hay amor.
No hay cobardía entonces. No hay nada, no hay miedo, no hay valentía, no hay
futuro, no hay objetivo. No hay nada, de nada, Simplemente no hay ¿Cuál es el
sentido si todo se resume a nada?
Todo es una amalgama
de palabras y discusiones, acusaciones, desórdenes. Y esa misma amalgama es
quien está cavando el pozo a donde va mi cuerpo.
Pido disculpas a
quién realmente importé alguna vez. Y verdaderamente ni si quiera pido que me
recuerden con alegría. No. No soy objeto de felicidad, nunca lo fui. Incluso en
el momento de mi muerte, ni si quiera en ese momento. No quiero que la misma
gente que me manda a la tumba llore sobre mi cadáver. En realidad no es que no
quiero, en realidad no merezco que lloren. Lo hubiesen pensado antes de que
decida abrir el camino. Si las cosas se hubiesen dado de otra forma a lo mejor
hubiese habido alguna otra manera.
Hay algo aún peor,
no es que no quiero que lloren porque tenga algún tipo de lástima o pena por su
aflicción. Quiero que se queden con la culpa, yo no decidí esto. Esto es su
culpa. Si. Es su culpa, es su mierda que alimentó la mía. Eran ustedes con una
pala y un mármol escribiendo durante 28 años la historia de mi suicidio. 28
años planeando mi muerte. Es su culpa, no la mía.
Me voy, ni si quiera tengo que hacer una valija, ni
un bolso, nada. Simplemente me voy. Quiero dejar un último mensaje. Me
aburrieron, me gastaron, me hartaron, me mataron.
¿Quién puede ser más
miserable? Ni si quiera yo. Son ustedes los miserables.
Me voy, ni dejo mis saludos porque no me interesa. Solo quería que guarden este regalo que
les dejo escrito para que recuerden LA CULPA. SU CULPA.
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