miércoles, 25 de abril de 2012

Viajando a Buenos Aires (Capital Federal)

Me apaña la noche regalandome su ausencia
y el grito desesperado de las llamaradas de fuego encendiendo la soledad
se acuestan con mi corazon desnudo sobre mi vida apagada.
Herido sufro la inconciencia del deshielo en la prision del mundano infierno de la vida normal,
asqueado del nauseabundo aroma a flores marchitas: claveles y jazmines
putridos sobre las ilusiones humanas
y la ironia de estar vivo bajo la luz de un amor que no existe
y de un cielo que se burla de nuestra desgracia.
Sin embargo, destrozados miles de cerebros marchan hacia el abismo sin ser advertidos de ello,
atravesando pasillos de muerte como espejo de lo que les espera,
pero ciegos juegan con ataudes, cementerios, cremaciones, velorios y entierros,
velando por una vida oscura que se devora hasta los mas inocentes qerubines
que emanan un llanto desesperado al ser paridos a la vera de virgenes y angeles caidos con sus alas rotas.
Acechan por ahi las mortajas con olor a muerte para envolvernos y acompañarnos en el viaje que se replica con lo que es esta cadena de incoherencia y desilucion llamada vida. 
Juan - Príncipe Gótico 
06.11.11

No hay comentarios:

Publicar un comentario